domingo, 25 de agosto de 2013

Entonces ¿y él? ¿que vive él?



"Vive en la oscuridad absoluta, consume tu luz; sin ella no puede sentir que es alguien. Por eso te busca, y por eso lo hace desde el instinto, sin amor. Solo puede amarte a través de tu amor, por eso es que si no se lo das, él no te lo puede dar a ti. Por eso te has sentidos siempre sola con él".

miércoles, 6 de marzo de 2013

Fragil


Quise, siempre quise ...
Quise cantar y mis rodillas se debilitaron,
mi garganta se cerro
y no me alcanzo el aire.
Quise, siempre quise ...
Quise bailar pero mis pies se quedaron quietos
temerosos.
Siempre quise y lo hice, en mi soledad.

Dejo tanto, que me siento desnuda.
Pudorosa.
Cada vez que canto,
cada vez que bailo
Dejo el alma,
en cada movimiento,
en cada palabra.

domingo, 3 de marzo de 2013

4:44


Tin tin.
Fue como una opresión en el pecho,
como cargar una piedra cuesta arriba,
como quedarme dormida.

martes, 26 de febrero de 2013

¿Quien soy?


Sin embargo, cada vez que debo hablar de mí mismo me siento, en cierto modo, confuso. Me veo atrapado por la clásica paradoja que conlleva la proposición: “¿Quién soy?”. Si se tratara de una simple cantidad de información, no habría nadie en este mundo que pudiera aportar más datos que yo. No obstante, al hablar sobre mí, ese yo de quien estoy hablando queda automáticamente limitado, condicionado y empobrecido en manos de otro que soy yo mismo en tanto que narrador -víctima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observación y de otros muchos condicionamientos reales-. En consecuencia, ¿hasta qué punto se ajusta a la verdad el “yo” que retrato? Es algo que me inquieta terriblemente. Es más, me ha preocupado siempre.
Sin embargo, la mayoría de las personas de este mundo no parece sentir ese temor, esa incertidumbre. En cuanto tienen oportunidad hablan de sí mismos con una sinceridad pasmosa. Suelen decir frases del tipo: “Yo parezco tonto de tan franco y sincero que soy”, o “Soy muy sensible y me manejo muy mal en este mundo”, o “Yo le leo el pensamiento a la gente”. Pero he visto innumerables veces cómo personas “sensibles” herían sin mas los sentimientos ajenos. He visto a personas “francas y sinceras” esgrimir sin darse cuenta las excusas que más le convenían. He visto cómo personas que “le leían el pensamiento a la gente” eran engañadas por los halagos más burdos. Todo ello me lleva a pensar: “¿Qué sabemos, en realidad, de nosotros mismos?”.
Sputnik, mi amorHaruki Murakami


jueves, 21 de febrero de 2013

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A mi izquierda seguías sin querer dar paso al sol que tan furioso se iba asomando desde abajo, desde adentro de la tierra, iba quebrando raíces para salir a la superficie. 
Seguías ahi queriendo congelar las gotas de rocío. Era de noche y era de día al mismo tiempo.